Un misil impactó este viernes en una estación de tren donde miles de personas se habían congregado para huir en el este de Ucrania, matando a 50 personas, dijeron las autoridades ucranianas, al tiempo que advirtieron que esperan encontrar más evidencia de crímenes de guerra en áreas abandonadas por Rusia.
Las fotos de la escena mostraban cuerpos cubiertos con lonas en el suelo y los restos de un cohete con las palabras “Para los niños” pintadas en ruso.
Alrededor de 4 mil civiles estaban dentro y alrededor de la estación, dijo la oficina del fiscal general de Ucrania, y agregó que la mayoría eran mujeres y niños que respondían a los llamados para abandonar el área antes de que Rusia lance una ofensiva a gran escala en el este del país.
El Ministerio de Defensa ruso negó haber atacado la estación en Kramatorsk, una ciudad en la disputada región ucraniana de Donbas, pero el presidente Volodymyr Zelenski y otros líderes ucranianos acusaron al ejército ruso de atacar deliberadamente un lugar donde solo se reunían civiles.
“Los inhumanos rusos no están cambiando sus métodos. Sin la fuerza ni el coraje para plantarnos cara en el campo de batalla, cínicamente están destruyendo a la población civil”, dijo el mandatario en las redes sociales. “Este es un mal sin límites. Y si no se castiga, nunca se detendrá”.
El ministro de Defensa de Gran Bretaña, Ben Wallace, denunció el ataque y dijo que “golpear a civiles e infraestructura crítica es un crimen de guerra”.
“Estos eran misiles de precisión dirigidos a personas que intentaban buscar refugio humanitario”, dijo Wallace.