A pesar de sus precios competitivos, Mexicana no despega pues sus vuelos no alcanzan ni la mitad de las ventas, lo cual se atribuye a factores como la incertidumbre en torno a la nueva aerolínea y posibles complicaciones en la plataforma de compra.
Según el especialista en aeronáutica Juan Carlos Machorro, este proyecto del presidente Andrés Manuel López Obrador no parece ser viable a corto o mediano plazo. La aerolínea estatal inicia compitiendo con grandes compañías aéreas en las mismas rutas, ofreciendo tarifas más bajas respaldadas por subsidios, lo cual, según el experto, plantea un escenario poco realista.
La clave para un éxito a largo plazo, apuntó, radica en la consistencia operativa, la puntualidad y la mejora de la experiencia del pasajero, lo que gradualmente generaría nuevo mercado para la aerolínea.
“Es demasiado pronto para evaluar las cifras debido a la falta de información sobre el modelo de negocios de la aerolínea estatal. Destaca la incertidumbre sobre si se están operando todas las rutas anunciadas y si la flota de aviones es homogénea en marca y modelo”.
Machorro señaló que iniciar un negocio para competir directamente con líneas comerciales, alegando tarifas un 20% por debajo del mercado, no es sostenible a menos que se cuente con subsidios públicos. Destacó la naturaleza engañosa de este enfoque.
Mientras tanto, el subdirector de Mexicana, general Leobardo Ávila Bojórquez, informó al presidente sobre los primeros 13 días de operaciones, describiendo los resultados como “satisfactorios”: se realizaron 220 vuelos, transportando a 7,829 personas, con un promedio de 35.58 pasajeros por vuelo, lo que equivale a vender aproximadamente un tercio de la capacidad total. Las rutas con mayor demanda fueron Mérida (344 pasajeros), Tijuana (421 pasajeros) y, en primer lugar, Tulum (738 pasajeros), donde se llevó a cabo el vuelo inaugural.
Sin embargo, en las redes sociales, un usuario documentó su experiencia en YouTube, alegando que su vuelo desde Ciudad Victoria a la Ciudad de México estaba completamente vacío durante la primera semana de operaciones.
