Bajo la penumbra de la desazón, Javier Yankelevich Winacur, actual regente de las Operaciones de Búsqueda de la Comisión Nacional de Búsqueda de Personas (CNB), alzó su voz para denunciar el despiadado apartamiento de su cargo por parte del organismo dirigido por Teresa Reyes Sahagún. Además, desgarradoramente, se anunció la disolución de tres cuartas partes del equipo que conformaba su dirección.
En una carta que desvela la dolorosa decisión, Yankelevich reveló que, pese a este drástico revés, se reservará un rincón modesto para la búsqueda de las víctimas de la contrainsurgencia. Este reducto estará habitado por dos funcionarios actuales y un investigador adicional del Conahcyt.
Con la esperanza latente en su expresión, el desterrado director anheló que aún en medio de la mengua de recursos, subsista un atisbo mínimo de continuidad en los loables esfuerzos por hallar a las personas desaparecidas en la nación.
“Si bien la reducción de recursos impactará sobre los procesos en curso, tal vez sea posible un mínimo de continuidad. Ojalá así sea, pues, contando al PREDES de la CNDH, a la FEMOSPP de la PGR y a la COMVERDAD de Guerrero, el equipo de la CNB es el cuarto esfuerzo del Estado mexicano para indagar el paradero de las víctimas desaparecidas de la contrainsurgencia, y pocas cosas han sido más nocivas para ese objetivo que el volver una y otra vez a cero”, subrayó con un dejo de melancolía.
Como erudito y maestro en ciencias sociales, Yankelevich desempeñó roles prominentes como miembro del comité técnico de integración del Protocolo Homologado para la Búsqueda de Personas Desaparecidas y No Localizadas. A la par, supervisó equipos especializados en la búsqueda por patrones y la exploración generalizada en registros de fosas comunes. Durante su incumbencia, el programa Angelus emergió con el propósito de desentrañar patrones y pistas que iluminaran el oscuro camino de la localización de personas desaparecidas durante la denominada guerra sucia (1964-1985).
Rememoró los días de 2019, cuando se encontraba solo en la primera encomienda que la CNB le había conferido, enfrentando obstáculos como la carencia de acceso a internet, el tiempo transcurrido, el elevado número de víctimas y victimarios, la renuencia de instituciones para compartir información, y la persistente impunidad de los perpetradores.
Aunque sus días al mando estuvieron plagados de dificultades, Yankelevich destacó el crecimiento del equipo interdisciplinario desde 2019 hasta la actualidad. Para el año 2023, lograron organizar una riqueza de información con la herramienta Angelus, coordinar excavaciones, contactar testigos, colaborar con fiscalías, y se encaminan a notificar a las familias sobre el destino de sus seres queridos.
Al señalar las disposiciones de la directiva para 2024, advirtió que, a pesar del Decreto de 2021 por el cual el Presidente de la República ordenó un Plan Espacial de Búsqueda, el nivel de recursos humanos disponible en 2024 no diferirá significativamente del existente en 2019, a pesar de que la plantilla del CNB haya experimentado un aumento del 550% a lo largo del sexenio.
En un tono de despedida resignada, el historiador anunció a través de un comunicado que el 31 de enero de 2023 marcará su último día en el cargo, siendo relevado por el Dr. Omar Villareal a partir del 1 de febrero. Villareal, investigador comisionado por el Consejo Nacional de Humanidades, Ciencias y Tecnologías (Conahcyt), y experto en la violencia contrainsurgente en el estado de Guerrero, asumirá el timón de la misión.
Con un gesto de solidaridad, Yankelevich compartió el correo del Dr. Villareal (omar.villareal@conahcyt.mx), permitiendo que las personas se comuniquen con él en la continuidad de la noble labor emprendida.